Quizá el hecho de que sean mamíferos como nosotros en un mundo que nos es ajeno aunque no hostil, y sean además los seres más poderosos de ese mundo, las ballenas nos fascinan porque inconscientemente nos hacen sentir menos ajenos, menos vulnerables a ese mar.
“Hey, ellas son como nosotros y viven en él, quizá no sea tan peligroso”